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A woman in a lab coat holding a test strip.

Me llamo Montse Soriano Gabarró, soy médico y epidemióloga y, desde 2010, soy la responsable de Epidemiología de Bayer a nivel mundial. Tal vez al leer esto os estaréis preguntando: qué es exactamente la epidemiología y cómo una mujer ha llegado a ocupar una posición global como esta.

 

La respuesta a la primera pregunta es relativamente sencilla. La epidemiología es el estudio completo de las causas, factores, distribución y frecuencia de una enfermedad. En pocas palabras, mi equipo y yo nos dedicamos a investigar todo lo que rodea a una enfermedad a fin de conocerla al máximo, ser capaces de desarrollar mejores tratamientos para combatirla y evaluar, una vez registrados y disponibles a gran escala, que estos tratamientos son seguros y efectivos.

 

Sobre cómo he llegado a ocupar mi cargo actual, pues ha sido gracias a una combinación de tres factores: trabajo duro, capacidad de observación y contar con buenos mentores. En realidad, esa es la misma fórmula con la que cualquier persona debería poder crecer profesionalmente en cualquier empresa del mundo. Con todo, esa no es la realidad para muchas mujeres, que a día de hoy deben seguir luchando por demostrar que son tan capaces como sus homólogos masculinos para ocupar posiciones de responsabilidad.

 

Si algo he aprendido en los más de 20 años que llevo en el mundo laboral es que los hombres y las mujeres tenemos todos cualidades y formas diferentes de abordar nuestros retos, pero ambos tenemos las mismas posibilidades de superarlos. Quizá para mi haya sido más fácil comprender esto porqué desde niña en mi familia hombres y mujeres han tenido, en su mayor parte, la oportunidad de dedicarse a lo que han deseado. Mi abuela era maestra, mi tía pediatra, mi madre ama de casa, y mi padre médico de familia. Mis hermanos y yo crecimos rodeados de valores de igualdad, solidaridad y generosidad.

 

Crecí con el convencimiento de que mi esfuerzo y determinación, junto a la motivación de hacer algo por los demás, era lo que necesitaba para crecer. Con el tiempo, me he dado cuenta de que además es clave tener una buena capacidad de observación que te permita adaptarte a nuevos entornos, valorar nuevas culturas y estilos de trabajo y crear un entorno de confianza y gran respeto mutuo. También he descubierto que contar con buenos mentores te ayuda a sacar lo mejor de ti y a tomar las decisiones correctas.

 

Algunas mujeres deben recurrir a otros recursos para hacer valer su talento, algunas optan por mostrar su lado más masculino. Otras tienen que recurrir a la reivindicación. Lo cierto es que este tipo de estrategias suelen ser el resultado de un entorno que aún no se ha dado cuenta del valor añadido que supone para cualquier organización contar con la experiencia, cualidades y capacidad de las mujeres.

 

En Bayer se trabaja para apoyar la diversidad en todos los sentidos como elemento fundamental para el éxito empresarial y estoy convencida de que con el tiempo, todo el mundo se acabará dando cuenta del valor que supone para la sociedad que ambos géneros tengan las mismas oportunidades.

 

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