El cáncer de próstata: repercusiones psicosociales

Un diagnóstico de cáncer es un evento estresante por los problemas físicos pero también psicológicos. Estos se deben al significado de muerte, estigma e incertidumbre sobre sus causas y posibilidades de curación. Los trastornos más frecuentes del estado de ánimo son ansiedad y depresión.También insomnio, anorexia e interrupción de las actividades diarias y miedo por la posibilidad de recaída.
En el caso del cáncer de próstata tratamiento afecta a la calidad de vida por sus posibilidades de disfunción urinaria y/o eréctil, pero también otras, como la pérdida de la libido, efectos gastrointestinales, trastornos del estado de ánimo y de la autoestima… Puede significar una amenaza debido a la percepción respecto a la masculinidad y afectar las relaciones y sentir vergüenza e incomodidad.
Si aún trabajan, hay dificultades en el trabajo, como tener que orinar con frecuencia, añadido al temor de que los compañeros se den cuenta. Si ya no es empleado, puede tener un trastorno emocional por coincidir todo ello con la jubilación (con lo que implica para un hombre).
Se añade a todo esto un tipo de ansiedad por ser un cáncer en el que a veces hay que elegir entre posibilidades terapéuticas. También el PSA, antígeno tumoral específico de la próstata, genera ansiedad por la espera de resultados. Se conoce como la «ansiedad del PSA«. Hay pacientes que hacen gráficos con su PSA y otros van a diferentes analistas para corroborar resultados.
El cáncer de próstata es un reto importante, por lo que es crucial el apoyo psicológico. En nuestra fundación, FEFOC, contamos con un grupo de soporte y una web, para dar soporte médico y psicosocial a nivel individual pero también de pareja y familiar.
Autor: Bayer
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