Medicina de precisión en oncología, cuando el cáncer está en nuestros genes

El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha que tiene como objetivo aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de la enfermedad.
Según el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) “Las cifras del cáncer en España”, los casos de cáncer han aumentado un 12% en los últimos cuatro años en nuestro país, y además ese aumento ha sido el doble entre las mujeres que entre los hombres (un 17’4% frente a un 8’2%). Esta mayor incidencia de la enfermedad entre las mujeres parece estar relacionada con el incremento del cáncer de pulmón, como consecuencia del mayor número de mujeres fumadoras.
Son varias las razones por las que las cifras del cáncer crecen: más población y envejecimiento, factores de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol, la contaminación, la obesidad y el sedentarismo, y el aumento de la detección precoz. Afortunadamente, la detección precoz, junto con las nuevas formas de abordar el cáncer, dibujan un panorama esperanzador en el futuro del tratamiento de la enfermedad.
En los últimos tiempos se habla cada vez más de la medicina de precisión, un concepto que se basa en la adaptación del tratamiento a cada paciente, teniendo en cuenta sus características genómicas. Permite ofrecer al paciente el tratamiento más adecuado para su patología, en función de su perfil genético, clínico o molecular.
En este sentido, las autoridades sanitarias estadounidenses han aprobado recientemente uno de los primeros tratamientos contra el cáncer que no se dirige al tumor en función de su origen (ej. mama, pulmón), sino que está diseñado específicamente para atacar el cáncer causado por una alteración genómica que impulsa el crecimiento del tumor en cualquier parte del cuerpo, es decir, se trata el tumor por su causa genética y no por su localización. La identificación de esta alteración se realiza a través del uso de pruebas genómicas específicas. Este es, además, el primer tratamiento oncológico que se aprueba simultáneamente para pacientes adultos y pediátricos, con una eficacia del 75% en aquellos pacientes que presentan la alteración genética.
Los científicos trabajan desde hace tiempo para comprender mejor cómo una célula normal se convierte en una célula tumoral, y así desarrollar mejores tratamientos con menos efectos secundarios. En algunas personas, el cáncer tiene como causa una única alteración desfavorable del ADN, lo que se conoce como «iniciador oncógeno». Si una prueba genética identifica un iniciador oncógeno en el paciente, existe la posibilidad de utilizar medicamentos altamente selectivos para inhibir dicho iniciador.
En las últimas décadas se han logrado avances notables en la mejora de los resultados terapéuticos en los pacientes con cáncer. Al mismo tiempo, existe un interés cada vez mayor por el desarrollo de medicamentos oncológicos altamente selectivos que proporcionen a los pacientes un beneficio clínico mayor. Este avance se ve respaldado por el uso creciente de pruebas genéticas en la oncología clínica.
Autor: Bayer
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