Sin excusas para comenzar el año comiendo sano

¿Unas zanahorias en vez de una chocolatina? ¿Ensalada preparada, incluyendo un tenedor, en lugar de una hamburguesa con patatas fritas? Cuando se trata de elegir una comida rápida las preferencias de los consumidores han cambiado y la tendencia a una alimentación más saludable gana adeptos, sobre todo tras los excesos navideños.
Además de comer sano, los consumidores quieren que hacerlo resulte sencillo, pero lograr que los alimentos sean “cómodos” no siempre es fácil: deben estar listos para comer, en una sola porción y tener ingredientes con cualidades «convenientes». Por ejemplo, un sándwich de tomate y mozzarella comprado por la mañana tiene que permanecer fresco a la hora del almuerzo pero el pan empapado por el tomate lo estropearía. Por eso, los tomates cultivados especialmente para sándwich tienen una característica especial: una estructura densa. Esto significa que el zumo del tomate permanece en su interior incluso bajo la presión de ser cortado o empaquetado y por lo tanto puede ser preparado en rodajas muy finas.
Cada vez más, hoteles, restaurantes y empresas de procesamiento de alimentos prefieren este tipo de tomate porque entienden que los consumidores también aprecian la comida precocinada de mayor calidad. Para lograrlo, empresas productoras y vendedoras tienen que trabajar juntas para atender las demandas del mercado actual.
Escuchar atentamente a los consumidores
La producción de alimentos es una cuestión de invención: Desde los productores de semillas hasta los profesionales del procesamiento, pasando por los diseñadores de envases, toda la cadena alimentaria tiene sus ojos puestos en la calidad óptima de los alimentos. Pero es el cultivo de frutas y verduras, en particular, el que ocupa un papel cada vez más importante en el desarrollo de la cuarta gama.
Los productores han visto en este tipo de productos una forma de aumentar sus ventas y los consumidores el beneficio de poder consumir productos sanos de forma fácil. Oferta y demanda se han encontrado. Pero previamente, para lograrlo, los obtentores de semillas están escuchando atentamente las preferencias de los consumidores y, para satisfacer sus deseos, emplean una media de diez años de trabajo en el cruce y la selección de semillas para obtener las nuevas variedades de frutas y hortalizas.
Los nuevos productos que han evolucionado en el mercado alimentario mundial en los últimos años son las zanahorias y los pepinos como aperitivos para llevar. Los consumidores se han inclinado por bocadillos saludables en lugar de chocolate o galletas pero con el requisito de que comérselos resulte una “experiencia placentera”. Así, los mini pepinos, por ejemplo, tienen más sabor y son más crujientes, a la vez que son más fáciles de comer que un típico pepino para ensalada. Y las mini zanahorias vienen en una variedad de colores con características nutricionales mejoradas, como niveles más altos de licopeno o un valor carotenoide más alto. Tanto las mini zanahorias como los pepinos son un buen ejemplo de cómo la industria agroalimentaria responde al deseo del consumidor de disponer de alimentos pequeños, sanos y preenvasados listos para consumir.
¿Cuál será el próximo aperitivo?
Algunos expertos en tendencias alimenticias piensan que los insectos son los siguientes en el menú de bocadillos saludables: pueden ser hamburguesas de saltamontes o incluso pasta con gusanos. Los insectos, que ya son un alimento estándar en muchas zonas de Asia y África, pueden ser un motor de nutrición, con altos niveles de vitaminas y proteínas. Con expertos en el mercado alimentario ya especializados en hacer que los alimentos sean atractivos y saludables, los aperitivos de insectos para llevar podrían estar uniéndose a las frutas y verduras como el próximo snack favorito de los consumidores de Europa en breve.
Autor: Bayer
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