Una hamburguesa de saltamontes, por favor

Las algas marinas y los insectos están apareciendo cada vez más en los menús de los países occidentales. Mientras que los hábitos alimenticios están cambiando en todo el mundo, todavía hay regiones donde simplemente no hay suficiente comida.
Hace décadas hubiera sido inimaginable encontrar algunos de los ingredientes que hoy día conforman los menús de los restaurantes de países como el nuestro: las hormigas al chocolate o la fruta del árbol baobab han conquistado los fogones para dar paso a una nueva era gastronómica.
Por ejemplo, los insectos son una fuente de nutrición para unos 2.000 millones de personas, sobre todo en Asia y África. Muchos consumidores del mundo occidental rechazan esta fuente de proteínas, pero admiten que podrían consumirlos si fueran preparados cuidadosamente y no fueran reconocibles. Incluso es posible que, para 2030, las hamburguesas de saltamontes aparezcan en los menús europeos.
Por el momento, las opciones de comida rápida de alta calidad, como las hamburguesas gourmet sin carne, son especialmente populares. El sustituto de la carne se hace de las semillas de una planta sudamericana que ahora está conquistando el mercado global. «La quinoa es una fantástica fuente de proteínas y también contiene aminoácidos esenciales, una serie de ácidos grasos poliinsaturados, minerales, vitaminas B y fibras dietéticas», dice Hartmut Welck, Gerente de la Red de Alimentos de Plantas Bioactivas de SEZ
La globalización es también la causa de cambios fundamentales en la dieta alrededor del mundo y como resultado, el foco ha vuelto a la comercialización de los productos regionales y de temporada y se ha extendido el concepto “del campo a la mesa” según afirma Hanni Ruetzler, investigadora de tendencias de alimentos en el Future Food Studio de Viena.
Junto a estas “modas” que introducen cambios en los hábitos alimenticios conviven hoy regiones donde no hay suficiente comida para subsistir. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 795 millones de personas en todo el mundo están desnutridas y se prevé que la población mundial aumente llegando a diez mil millones en el año 2050. Aunque el número total de personas que viven sin alimento suficiente ha disminuido en 167 millones durante la última década, el hambre sigue siendo el principal riesgo para la salud en el mundo.
La gran discrepancia entre los países industrializados y los países en desarrollo se debe, en realidad, a la disponibilidad de productos frescos. «Tenemos la capacidad de alimentar al mundo y debemos asegurarnos de que todos reciban alimentos nutritivos», dice Josef Schmidhuber de la FAO.
Se trate de las últimas tendencias gastronómicas en las naciones más pudientes o de cómo los pequeños agricultores de los países en desarrollo pueden garantizar la seguridad alimentaria de sus regiones, la base para asegurar una población mundial bien nutrida es la agricultura eficiente, bien con quinoa para hamburguesas vegetarianas en Nueva York o arroz híbrido nutritivo en Asia.
Autor: Bayer
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